Una empresa es diversa cuando su población logra representar la sociedad en la que está inmersa. Una empresa en movimiento.
La diversidad es un valor estratégico que responde al conjunto de talentos necesarios y diferentes para el funcionamiento de la empresa. Algunas de las tipologías de diversidad son: género, generacional, funcional, cultural o identidad sexual.
La riqueza de la diversidad la proporciona la inclusión, que se refiere a la capacidad de gestionar e integrar las diferencias individuales en un equipo de trabajo, promoviendo la diversidad de talentos, experiencias e identidades y posibilitando que cada profesional se sienta único e identificado con el grupo al que pertenece. Bajo esta mirada, resulta indispensable incluir el colectivo LGBT.
Está probado que lo diverso, suma y aumenta los resultados de negocio. Permite crear una sociedad igualitaria y más justa y construye un mundo mejor.
- Igualdad de género en todos los niveles de las organizaciones.
- Ampliación del abanico de culturas, estilos de vida, características personales.
- Empresas que rompan con lo tradicional, integradas por grupos humanos heterogéneos, únicos, diferenciados.
